Condados catalanes

Condados catalanes es la denominación historiográfica[1]​ que designa a los condados que aparecen en el noreste de la península ibérica a partir de la Marca Hispánica del Imperio carolingio (siglo IX). Es un territorio aproximadamente coincidente con la denominada Cataluña vieja y lo que actualmente son el principado de Andorra y Rosellón. Los condados más orientales acabaron siendo incorporados al condado de Barcelona y formaron parte de la unión dinástica con el Reino de Aragón en la llamada Corona de Aragón (1162), mientras que el condado de Urgel mantuvo su dinastía propia hasta 1413 y el de Pallars Sobirá hasta 1491. Las taifas (reinos musulmanes) de Tortosa y Lérida habían sido conquistadas por el Príncipe de Aragón y conde de Barcelona Ramón Berenguer IV (en 1148 y 1149 respectivamente), y no se constituyeron como nuevos condados sino que Ramón Berenguer adoptó el título de marqués de estos territorios. Aunque los términos Catalania y catalanenses se encuentran por primera vez en forma escrita hacia 1117[2]​ en el poema pisano Liber maiolichinus de gestis pisanorum illustribus[3]​ y ya se encuentran referencias al conde de Barcelona como Princeps en las actas de consagración de la catedral románica de Barcelona (1058)[4]​ y en los Usatges de Barcelona, la denominación Principado de Cataluña (Principatus Cathaloniae) no aparece documentalmente hasta 1350.

  1. Uso bibliográfico en Google books, con ejemplos de historiadores de todas las procedencias.
  2. Liber Maiolichinus Archivado el 5 de marzo de 2009 en Wayback Machine.
  3. Atribuido a a Laurentius Veronensis o a Enrique de Pisa, véase John B. Dillon (2004), Medieval Italy: An Encyclopedia, Christopher Kleinhenz, ed. (New Jersey: Routledge), 610.
  4. Fita Colomé, Fidel, El principado de Cataluña. Razón de este nombre., Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 40 (1902), pág. 263.

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